domingo, 4 de junio de 2017

Poeta 386: Rosa Chacel


ROSA CHACEL

Poeta, ensayista y novelista española nacida en Valladolid en 1898. Residenciada en Madrid desde temprana edad, realizó estudios en La Escuela de Bellas Artes hasta 1918. Una vez casada con el pintor Timoteo Pérez, vivió durante un tiempo en Roma y al regresar a Madrid en 1927, colaboró con varias revistas y se unió a importantes tertulias literarias como la Botillería de Pombo y el Ateneo de Madrid. A raíz de la Guerra Civil Española el matrimonio se exilió en Paris y posteriormente en Buenos Aires y Río de Janeiro, donde continuó con su carrera literaria, gracias a la cual, obtuvo una beca de la Fundación Guggenheim que la llevó a vivir por algún tiempo en Nueva York. Después de alternar su estancia por algunos años entre Madrid y Río de Janeiro, finalmente se radicó en Madrid vinculándose con la Fundación Juan March. De su amplia obra, compuesta por novelas, ensayos, cuentos y poesía, se destacan su novela "Barrio de Maravillas" 1976, por el que obtuvo el Premio de la Crítica, "Balaam y otros cuentos" 1989, la novela "La Sinrazón" 1960 y la antología "Poesía" que recoge los libros de versos "A la orilla de un pozo" y "Versos prohibidos" 1978. Fue galardonada además con el Premio Nacional de las Letras Españolas en 1987, el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Valladolid en 1989 y el Premio Castilla y León de las Letras en1990. Falleció en Madrid en 1994 y sus restos reposan en el Panteón de Hombres ilustres de Valladolid. 

Fuente: http://amediavoz.com/

YO ME ENCONTRÉ EL OLIVO Y EL ACANTO...

A Nikos Kazanzaki

Yo me encontré el olivo y el acanto
que sin saber plantaste, hallé dormidas
las piedras de tu frente desprendidas,
y el de tu búho fiel, solemne canto.

El rebaño inmortal, paciendo al canto
de tus albas y siestas transcurridas,
las cuadrigas frenéticas, partidas
de tus horas amargas con quebranto.

La roja musa airada y violenta,
la serena deidad épica y pura
que donde tú soñabas hoy se asienta.

De estas piezas compongo tu escultura.
Nuestra amistad mis mismos años cuenta:
de ti hablaban mi cielo y mi llanura.

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