sábado, 26 de noviembre de 2016

Poeta 362: Diego Hurtado de Mendoza


DIEGO HURTADO DE MENDOZA

(España, 1503-1575) Diplomático español, historiador, humanista y militar, poeta muy influido por los autores italianos y prosista satírico y burlesco. Biznieto del marqués de Santillana, hermanaba las armas y las letras en una actividad incansable que le llevó a viajar por casi todos los países de la Europa occidental. Nació en Granada y murió en Madrid. Amigo de Boscán y Garcilaso de la Vega, fue poeta de versos petrarquistas, aunque no abandonó del todo la métrica tradicional. Dio muestras de su destreza y amistad en la famosa Epístola a Boscán y en la Fábula de Adonis, a la vez que componía multitud de sonetos y canciones de amor, como Marfira, dedicada a doña Marina de Aragón, su gran amor. Prosista excelente, buen traductor del griego y el latín, escribió una obra histórica de gran aliento: La guerra de Granada (3 volúmenes, 1627), inspirada en Tácito y Salustio. En ella, además de recoger sus observaciones personales, se manifiesta como un buen historiador, en un relato minucioso y preciso del proceso guerrero. Con un estilo literario que obviaba la rigidez y sequedad del historiador, inclinó sus preferencias en favor de los moriscos, idealizando la figura de Abén Humeya. Se ha discutido si fue el autor del Lazarillo de Tormes y otros textos satíricos y burlescos, lo que corroboraría la versatilidad de este gran señor del renacimiento.

COMO EL HOMBRE QUE HUELGA DE SOÑAR

Como el hombre que huelga de soñar,
y nace su holganza de locura,
me viene a mí con este imaginar;
que no hay en mi dolencia mejor cura.

Puso amor en mi mano mi ventura,
mas puso lo peor, pues el penar
me hace por razón desvariar,
como el que viendo, vive en noche oscura.

Veo venir el mal, no sé huir;
escojo lo peor cuando es llegado,
cualquier tiempo me estorba la jornada.

¿Qué puedo yo esperar del porvenir,
si el pasado es mejor, por ser pasado?
Que en mi sangre es mejor lo que no es nada.   

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