Bruselas y yo estamos unidos desde hace muchos años. Quién lo diría que mi memoria viajaría de vuelta al pasado con la trágica llamada de atención, por los deplorables eventos ocurridos el día de ayer en la capital de Bélgica y de Europa.
Ahora bien, allá por el año 1990 viví varios meses en Bruselas, y tuve ocasión de conocer la capital, sus alrededores y países vecinos bastante bien. En Bélgica se hablan dos idiomas oficiales, francés y flamenco. Trágicamente será recordada y conocida por los deplorables eventos ocurridos el día de ayer 22 de marzo. Ya no solo será mencionada por su famosa Grand-Place/Grote Markt, Manneken pis, los chocolates Godiva y otras maravillas.
Este bárbaro ataque alcanzó a los peruanos en la persona de Adelma Tapia Ruiz. Las circunstancias de su muerte según la prensa, se me manifiesta aún más trágica. Con su familia, marido y sus dos pequeñas hijas se encontraban en Zaventem, el aeropuerto de Bruselas, ellos viajarían a Nueva York. Las hijas están jugando y se alejan corriendo, el padre va detrás de ellas y la madre queda detrás, detonando una de las bombas en ese momento, matándola de inmediato. Sobreviven ilesos el padre y las chicas. En segundos, fatalmente les cambio la vida. En un momento estaba ahí y luego nada.
La fragilidad de la vida, la rapidez con que puede y a veces cambia. Por ello.
- Muestra tus sentimientos y di “te quiero”
- No te separes de tus seres queridos disgustado, pueda ser que sea la últimas vez que los veas, ¿Querrás llevarte ese recuerdo?
- Sonríe y saluda a tus vecinos y a extraños también, tu actitud cambiará su vida.
- Haz esa llamada telefónica que andas posponiendo.
- Resuelve esos pendientes personales. Apégate a ese refrán de no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy.
- Si crees que lo que estás haciendo/trabajando no es lo tuyo, pues cambia. Vive tú vida como la deseas.
- Haz la paz contigo, tu familia, amigos y compañeros de trabajo.
En ocasiones la realidad nos golpea y dolerá, con más fuerza de la que creemos soportar. Con el tiempo aprenderemos a llevar y aceptar positivamente las enseñanzas que nos muestra la vida. Aprendamos de las experiencias ya sean propias o ajenas. Desarrollemos nuestro plan de vida y recordemos que nunca es tarde para hacer un cambio en especial para nosotros mismos.
Es necesario de vez en cuando hacer un alto en la vida, ver lo que estamos logrando. Si no estás de acuerdo o te sientes insatisfecho y quieres obtener otras cosas. Recomiendo que te hagas la siguiente pregunta:
¿Quién me detiene?
Antes de hacer un cambio, debes de tener claro lo que deseas y no dar tumbos.
En la seguridad de nuestras acciones para conseguir lo que deseamos esta nuestra grandeza.
Reunamos nuestras fortalezas y encaminemos hacía nuestro futuro, con la convicción de nuestra verdad.
Éxitos a todos y trabajemos nuestra “Buena Suerte”.
Antonio Tomasio. Autor de los libros Uno (Yo) y Mi hijo, mi maestro. Escríbe a atomasio@antoniotomasio.com con tus preguntas o sugerencias o visita la página http://www.antoniotomasio.com