"Dotados de la capacidad de abstracción, nuestros antepasados
se planteaban sus interrogantes sobre la naturaleza levados por el impulso de
comprender un entorno del que dependía estrechamente su supervivencia. Su fuerte
necesidad de categorizar el mundo y de controlarlo en su beneficio fue lo que
dio lugar a la primera forma de intelectualización humana, conocida como
pensamiento mágico. Ante la falta de tecnología adecuada para desarrollar
experimentos y entender lo que le rodeaba, pero incapaz asimismo de arrojarse
en brazos de un azar que le amenaza con muerte y sufrimiento, el hombre
primitivo desarrolló una construcción mental en la que las fuerzas de la
naturaleza recibían atributos humanos, lo que las hacía por lo tanto más
cercana y reconocibles. Personificaron esas fuerzas naturales ante las que
estaban inermes con atributos ampliados de sí mismos, primero de forma
abstracta y luego con la adjudicación directa a espíritus imprecisos que
controlaban esos acontecimientos. Y, esto es fundamental al humanizarlas se
siente capaz de interactuar con ellas, ya que lo que tiene espíritu es
susceptible de comunicación y de ser influenciado."
La Sonrisa del Átomo y otras historias científicas sobre el Universo. Páginas 13. Jorge Bolivar. Almuzara. Córdoba, España - 2013.
CADENA DE CITAS
- Antes - Cita CCXXXVI: ¿Qué es el ladino?
- Después - Cita CCXXXVIII: El pensamiento religioso