jueves, 19 de febrero de 2015

Tomasio (19/02/2015): En la sencillez diaria está el todo, sin nada


Esta sociedad, en donde las opciones para decidir son tan variadas. En donde creemos que todo es más sencillo, pero ¿realmente lo es?

Les pongo un ejemplo, deciden con unos amigos ir a tomar un café. Dentro de las opciones prefieren ese día reunirse en Starbucks. Llegan al local, hacen su cola y si no tienen bien definido lo que desean, los llenan educadamente de preguntas, con múltiples opciones y tienes que decidir en ese mismo momento. Interrogante tras otra, hasta que por fin te dicen lo que tienes que pagar. Hasta te piden tu nombre para que puedas recoger tu bebida al otro lado del mostrador,  en donde la cajera ya está procediendo a atender al próximo cliente, que en este caso deberá ser tu amigo.

Lo que anteriormente era una tarea sencilla para tomar café, se ha convertido en un proceso de decisiones múltiples, con el agravante de inversión adicional de tiempo.

Se preguntarán por que hablo de Starbucks, pero eso es irrelevante. Lo importante es el proceso de inversión de tiempo que tenemos que hacer por el simple hecho que las opciones comerciales que se han expandido. La gama de colores, para jeans, pintura para casa, esmalte para uñas, las combinaciones de sabores en helados. Las opciones son, sin exagerar casi infinitas. Y casi a diario tenemos que lidiar con procesos de decisiones complejas, especialmente si vas de compras.

Está demostrado que cuantas más decisiones básicas tengas que tomar cada día serás menos productivo, inversión de tiempo en procesos sencillos.

Para evitar invertir más tiempo del necesario. Por ejemplo cada mañana ten preparado (el día anterior) lo que sabes desayunaras. Qué ropa llevaras, la búsqueda (proceso de decisión) de ropa el mismo día te hará invertir más tiempo, tu mente se llenara de procesos decisorios y al final tendrás un voz interior que te dirá todo el día, que esa ropa no era la apropiada.

Recordemos la pregunta típica, ¿Y a hora que me pongo? Mentalmente se inició un proceso de decisión, haciéndose infinidad de preguntas, configurando situaciones, etc. En ese proceso se invierte buena cantidad tiempo, generando un nivel de estrés.

Ya sé que estarán diciendo que es imposible, que para eso son ellas y que merecen lucir bien. Claro, nada luce y presenta mejor a un hombre y mujer bien vestido y en forma sencilla.

Lo que acá deseamos recalcar, es que el proceso para decidir es más complicado ahora. A pesar que nos repetimos que la vida en la actualidad es más sencilla.

¿Lo es?

A partir de hoy día, simplifiquemos nuestra vida con menos decisiones. En la sencillez diaria está el todo, sin nada.

Antonio Tomasio. Autor de los libros Uno (Yo) y Mi hijo, mi maestro. Escríbe a atomasio@antoniotomasio.com con tus preguntas o sugerencias o visita la página www.antoniotomasio.com