"Por su parte, las disputas por el poder podrían llevar a los miembros de la élite a
realizar acciones violentas destinadas a desaparecer la memoria de sus
enemigos, incluso destruyendo la momia del fundador. Ese es el caso por ejemplo
de la guerra entre Huáscar y Atahualpa, pues luego de la victoria de este
último se organizó la venganza contra los partidarios de Huáscar, por lo que
Chalcuchímac quemó el cuerpo de Túpac Inca Yupanqui, del que solo se encontraron
sus cenizas adoradas en Calispuquio.
Es posible suponer que estos relatos fueron fabricados por
Sarmiento con el propósito de evidenciar la crueldad de Atahualpa para
justificar su muerte. Sin embargo, Betanzos da cuenta también de actitudes
similares al mencionar la amenaza de Huáscar a los emisarios de Atahualpa al
tiempo que se enfrentaba abiertamente con el bando de Hanan Cusco, al que
renunciaba autoproclamándose de Rurin Cusco, y amenazando con ‘matar a
Atahualpa y a todos sus deudos y de su linaje que eran de Hanan Cusco y hacer
de nuevo linaje de Rurin Cusco’. Si bien esta información de Betanzos podría
relacionarse con la justificación de la actitud posterior de Atahualpa, debido
a su filiación con la familia de este Inca, el hecho de que tanto Sarmiento
como Betanzos menciones estas prácticas permite pensar en que las mismas eran
habituales entre los miembros de la nobleza incaica."
Página 145-146. Los Incas y el poder de sus ancestros. Francisco Hernández Astete. PUCP. Lima, Perú - 2012.
CADENA DE CITAS
- Antes - Cita CXL: ¿De dónde 'Como agua para chocolate'?
- Después - Cita CXLII: Los diez derechos del lector