“Durante el siglo XIX y comienzos del XX, el estilo de actuación dramática que dominaba en Europa era extremadamente artificial y declamatorio. En la tradición de la famosa actriz Sarah Bernhardt, los gestos teatrales debían resultar espectaculares; las poses histriónicas se podían llegar a mantener durante treinta segundos; lo textos debían recitarse de manera sonora y rítmica, alejada de toda naturalidad; y el maquillaje se prefería elaborado y sumamente artificial. En gran medida, aquel estilo de puesta en escena tan enfático tenía su origen en la mala iluminación y la acústica deficiente de las primeras salas de teatro, pero se mantenía en boga porque, sencillamente, la audiencia y los actores se habían acostumbrado a él.
(...)
Buena parte del crédito de la evolución en las formas debe concederse a la gran rival italiana de Bernhardt, Eleonora Duse. Duse se negaba a usar maquillaje teatral, y su técnica, que afectaba naturalidad, sedujo al público y dio lugar a un nuevo realismo en el teatro.”
La ciencia de Sherlock Holmes. Los secretos forenses de los casos más famosos de la historia. Página 98 y 99. E.J. Wagner. Traducción de Diana Hernández. Planeta. Barcelona, España - 2010.
CADENA DE CITAS
- Antes - Cita LXXXII: La ubicación de un asentamiento
- Después - Cita LXXXIV: Principio de intercambio de Locard