domingo, 27 de junio de 2021

Poeta 583: El Jabberwocky de Lewis Carroll

LEWIS CARROLL

Charles Lutwidge Dodgson (Daresbury, Cheshire, Reino Unido; 27 de enero de 1832-Guildford, Surrey, Reino Unido; 14 de enero de 1898), más conocido por su seudónimo Lewis Carroll, fue un diácono anglicano, lógico, matemático, fotógrafo y escritor británico. Sus obras más conocidas son Alicia en el país de las maravillas y su continuación, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí.


EL JABBERWOCKY

Es probablemente, el poema más famoso de Lewis Carroll. Se encuentra al inicio de A través del espejo y lo que Alicia encontró ahí, secuela de Alicia en el país de las maravillas. Alicia ya ha atravesado el espejo y, mientras observa al rey blanco del tablero de ajedrez, se topa con un libro que le intriga. Lo hojea, buscando sentido, pero al parecer está en un lenguaje incomprensible. Finalmente, recuerda dónde está y descubre que para enderezar el texto hay que poner el libro frente a un espejo. Y en efecto, ahora sí puede leer el poema… El problema es que “Jabberwocky” es, incluso leído al derecho, un disparate, o al menos así se lo parece en un principio a Alicia. Esto es lo que ella lee:

(Español) 

Cuando los bejones cafaban, pesquían
llaía la tarde en la montananza
por mares y ríos y solarenías
con sus górobes negros y sus cochinanzas

Cuídate, hijo mío, del Jabberwocky
pues tiene garras y dientes muy fieros
y más todavía del Pájaro Creps
porque ése es capaz de comerte entero

El niño valiente agarró la espada
y al monstruo bromiendo persiguió un buen rato
luego se cansó de la solinata
y se echó una siesta debajo de un flaco

El Jabberwocky muy pillo le estaba esperando
y se acercó bramando, trolando y brujendo
y todo aquel bosque de hojas de acannto
tembló acalorado y reburbuñendo.

¡Un dos! ¡Un, dos! Le dio con la espada
unas veces rápido y otras veces lento
cortó la cabeza de la bestia parda
y volvió a su casa requetecontento.

¿En serio has matado al Jabberwocky?
Deja que te abrace niño esplendorado
Yupi, Reyupi, Yupi, ye-yé
Deja que te abrace, que te lo has ganado.

Cuando los bejones cafaban, pesquían
llaía la tarde en la montananza
por mares y ríos y solarenías
con sus górobes negros y sus cochinanzas.

Teresa Barba y Andrés Barba (Madrid: Sexto Piso, 2011)


JABBERWOCKY 

(Inglés)

’Twas brillig, and the slithy toves
      Did gyre and gimble in the wabe:
All mimsy were the borogoves,
      And the mome raths outgrabe.

“Beware the Jabberwock, my son!
      The jaws that bite, the claws that catch!
Beware the Jubjub bird, and shun
      The frumious Bandersnatch!”

He took his vorpal sword in hand;
      Long time the manxome foe he sought—
So rested he by the Tumtum tree
      And stood awhile in thought.

And, as in uffish thought he stood,
      The Jabberwock, with eyes of flame,
Came whiffling through the tulgey wood,
      And burbled as it came!

One, two! One, two! And through and through
      The vorpal blade went snicker-snack!
He left it dead, and with its head
      He went galumphing back.

“And hast thou slain the Jabberwock?
      Come to my arms, my beamish boy!
O frabjous day! Callooh! Callay!”
      He chortled in his joy.

’Twas brillig, and the slithy toves
      Did gyre and gimble in the wabe:
All mimsy were the borogoves,
      And the mome raths outgrabe.

Source: The Random House Book of Poetry for Children (1983)


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