domingo, 18 de octubre de 2015

Tomasio (18/10/2015): Licencia para vivir


Para poder operar “oficial y reconocidamente” una maquinaria especial, manejar un vehículo, se debe pasar por un proceso por el cual se desarrollan las habilidades necesarias para obtener esa Certificación o Licencia. La que se consigue después de haber aprobado una serie de exámenes. Conlleva cumplir una serie de requisitos, los cuales fueron desarrollados para satisfacer con cada una de ellos. Suelen complementarse en lecciones teóricas y prácticas. Para obtener la licencia hay que superar todas las pruebas. En resumen, licencia es un permiso para hacer algo y que las autoridades competentes otorgan y que pueda ser usado públicamente. Es de ahí que proviene el título profesional de Licenciado, por ejemplo

Parafraseando el título de la columna de Arturo Perez-Reverte reconocido autor español “Patente de Corzo” y asociándolo a nuestra columna pudo haber llevado el título de “Patente de vida” o “Patente para vivir”

Ahora viene el momento de las preguntas, y pueda ser que te sorprendas. ¿Para vivir se requiere de una licencia?  Y de ser así, ¿Dónde y cómo la obtendrías?

Antes de que des tu respuesta, sigue leyendo por favor.
Ahora te diré el porqué del título de la columna del día de hoy, “Licencia para vivir”.

En nuestra opinión existen dos formas de vivir, la primera, aquella en la simplemente aceptas y sigues el curso de la vida, la segunda es la verdaderamente llevas el “Vivir” a su definición exacta. Disfrutas de lo que la vida te ofrece, y tú mismo haces que suceda y trabajas para conseguir lo que mereces. Para ello nadie te dijo que tenías que “tener” u “obtener” una licencia o permiso. ¿O si?

Para llevar a cabo lo que deseas conseguir, una vez definida tú meta y debidamente motivado, nadie podrá detenerte. Pueda ser que el camino escogido a recorrer sea solitario, sientas desfallecer y serán en esos momentos de debilidad en donde te demostrarás a ti mismo, sabes que debes hacerlo, lo que puedes y llegarás a ser.

Los exámenes o pruebas que la vida te pone delante para que fortalezcas tus acciones y conseguir lo que sabes quieres, los aprobaras sin saber siquiera que eran pruebas. Esa fuerza imbatible dentro de querer hacer que las cosas sucedan, no esperar que te las den.

“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.” lo dijo una de las personas más inteligentes en lo que va de la historia de la civilización, Albert Einstein.

Dos ejemplos de personas exitosas que no esperaron para someterse a los exámenes académicos, son y todo el mundo los conoce y quiere ser como ellos: Bill Gates y Mark Zuckerberg, abandonaron sus carreras coincidentemente, en la Universidad de Harvard donde ambos estudiaban computación. Todos creen que fue un golpe de suerte. Lo que muchos no saben es que aparte de ser unas personas brillantes, desde pequeños estaban preparándose y estudiando todo lo relacionado a informática, y lo hacían por su cuenta. Para cuando llegaron a la universidad pertenecían a ese grupo especial que los norteamericanos llaman “nerds”. Cada uno de ellos en su momento, estaba listo para afrontar lo que se les presento y supieron aprovecharlo. Ellos son un ejemplo claro de éxito y tomaron acción para conseguirlo.

Con lo dicho, no es que deseamos incentivar que deben abandonar los estudios y lanzarse a la primera aventura que se les presente, muy al contrario, para prepararse para “vivir” la vida, es mejor con estudios y avalados por reconocidos centros de estudios, mejor.

Para vivir la vida como la imaginamos y merecemos, no es necesario de aprobación o aceptación. Libera tu fuerza interior, desafía los limites, expande tus horizontes, y marca lo que deseas conseguir y toma acción. Por ello, ejerce tu voluntad para contigo, para tu vida, para tu vivir.

Antonio Tomasio. Autor de los libros Uno (Yo) y Mi hijo, mi maestro. Escríbe a atomasio@antoniotomasio.com con tus preguntas o sugerencias o visita la página http://www.antoniotomasio.com