"En el ascensor, le deprime tanto la música ambiental que por un momento tiene la impresión de que la propia música, por muy moderna que sea, sólo le trae recuerdos de ruinas: intenta recordar detalles de seres amados, de lugares, casas, rostros, y aparecen sólo ruinas y más ruinas. Su vida está en declive, tiene que reconocerlo. Pero el mundo también, y eso le ofrece no poco consuelo. Debe intentar una conexión, como sea, con el entusiasmo. Y en cualquier caso no cesar en su exploración de los extranjero. Dublín es una primera gran escala en su lucha contra lo familiar, contra la endogamia de cuatro conceptos y paisajes que se repiten demasiado y que ya le vienen estrechos. El país natal, el país mortal. Siente que está por fin logrando huir verdaderamente de él. Tendría, además, que decidirse ya de uan vez por todas a iniciar esa larga carrera hacia el entusiasmo, aunque sólo fuera por honrar a su abuelo Jacobo, tan partidario de la euforia..."
Página 224. Dublinesca. Enrique Vila-Matas. Seix Barral Biblioteca Breve. Barcelona, España - 2010.
Página 224. Dublinesca. Enrique Vila-Matas. Seix Barral Biblioteca Breve. Barcelona, España - 2010.
CADENA DE CITAS
- Antes - Cita CXXIX: Enrique Vila-Matas en Dublinesca
- Después - Cita CXXXII: ¿Qué vale la pena hacer?