"Es increible la cantidad de archivos (arqueológicos) que se pierden o que resultan inservibles a lo largo del tiempo al no ir correctamente identificados. Se dice que cuando el profesor R. J. C. Atkinson murió, se descubrió una caja llena de cuadernos entre sus cosas. Los cuadernos contenían meticulosas mediciones de piedras de monumentos megalíticos, incluyendo probablemente Stonehenge, que excavó en los años 50 del siglo XX. Ninguna de las libretas contenía etiquetas de identificación y, por tanto, todo ese trabajo resulto inservible".
Manual de campo del arqueólogo. Página 46. Inés Domingo, Heather Burke y Claire Smith. Ariel Prehistoria. Barcelona, España - 2007.
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