EN EL CENTENARIO DE SU DESCUBRIMIENTO
Luego de dominar a los collas, los huancas y los chancas en feroces batallas, el inca Pachacútec decidió construir una ciudad que fuese eterna en el tiempo y mostrase para siempre la grandeza del Imperio incaico. Para ello, ordenó traer a la mayor cantidad de trabajadores de todos los rincones del antiguo Perú hasta un cañón cercado por el río Urubamba, en las alturas de la cordillera de Vilcabamba, entre las montañas Huayna Picchu y Machu Picchu. La primera misión para la edificación de la ciudad fue despejar el terreno de árboles y de enormes bloques de granito blanco. Para esta tarea, los obreros utilizaron sus manos y la chakitaqlla, un instrumento de madera que servía para remover la tierra durante el cultivo. Cada trabajador se encargó de una labor determinada: unos abastecían los alimentos, otros cargaban los bloques de granito y los collas, grandes arquitectos, cortaban la piedra. La construcción de la ciudad eterna había comenzado.
Autor(es): Henrry Mitrani
Editorial: Planeta
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Año: 2011
Precio: S/35.00