De dos meses a esta parte la farmacéutica AstraZeneca está abonada al escándalo. No hay semana en la que no comparezca en las portadas de los diarios por asuntos que van mucho más allá del diseño y fabricación de fármacos. A principios de año pudimos asistir a una agria disputa entre la empresa y la Comisión europea. Un mes más tarde el problema era de orden médico, las autoridades sanitarias de diferentes países europeos estudiaron prohibir la administración de viales de la vacuna fabricada por esta compañía a mayores de 65. Aseguran que en los ensayos clínicos que realizaron AstraZeneca y la Universidad de Oxford no hubo una muestra suficiente personas mayores de 65 años como para garantizar la efectividad en ese rango edad. El punto a debate es que varios expertos sostienen que en los estudios previos la inmensa mayoría de los voluntarios tenía menos de 55 años por lo que se desconocería la eficacia real de la profilaxis también en el grupo de entre 55 y 65 años. Este de la edad ha sido sólo uno de los campos de batalla en los que esta vacuna basada en adenovirus ha tenido que combatir. Eso ha llevado a que muchas personas desconfíen de ella y la rechacen. Así que lo suyo es plantearse una serie de preguntas clave sobre la polémica vacuna de AstraZeneca, preguntas como ¿qué contiene la vacuna de AstraZeneca/Oxford?, ¿es un virus inactivado?, ¿cómo se ha diseñado?, ¿en qué se diferencia de Moderna y Pfizer?, ¿es una vacuna segura?, ¿por qué hacen falta dos dosis?, ¿cómo influye el tiempo transcurrido entre las dosis?, ¿puede administrarse a cualquier grupo de edad?, ¿es conveniente si has pasado la COVID-19 hace menos de 6 meses?, ¿se la pueden poner embarazadas o madres en lactancia?, ¿es recomendable para personas con patologías previas, hipertensión, problemas cardiovasculares, alergias?, ¿cuál es su efectividad?, ¿lo es contra las nuevas variantes del virus?, ¿por qué se está ensayando mezclarla con otras vacunas?, ¿reduce también la transmisión?, ¿por qué tienen problemas en la manufactura y retrasos en las entregas? Todas vamos a tratar de responderlas hoy en La ContraCrónica de la mano de Andrea Martos, bioquímica de la Universidad de Cambridge que visita de nuevo el programa para poner algo de luz sobre este asunto que tanto preocupa a todos.
Fuente: Fernando Díaz Villanueva
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