viernes, 1 de julio de 2016

Cita CCLXXXIII: El turismo mal manejado es depredador


“Los aventureros nunca dejamos de serlo”, afirma con alegría el ingeniero Mauricio de Romaña. En los 80 su pasión por la aventura lo llevó a descubrir la belleza del valle del Colca y a liderar los esfuerzos para convertirlo en destino turístico. Han pasado cerca de 40 años y, aunque el cañón arequipeño hoy es visitado por 200 mil turistas cada año, su lucha está lejos de acabar. Tiene 81 años y su cuerpo ya no responde como antes, pero De Romaña no quiere irse sin mostrarle al mundo el valle de los volcanes. Acaba de convencer a un grupo de operadores de abrir visitas guiadas, pero en cuestiones de turismo la paciencia es clave. “Mi deseo es que gente joven tome la posta, porque el desarrollo no es inmediato”, acota.

¿Es inevitable que la lucha por poner en valor los destinos turísticos nacionales sea de largo aliento?

Nuestro trabajo con el valle de los volcanes lo empezamos hace 10 años, como parte de un plan de desarrollo de turismo sostenible, para el cual fue indispensable hacer estudios de impacto ambiental, geológicos, de flora, fauna e historia.

En el Perú se suelen abrir rutas turísticas sin tener en cuenta esos estudios. ¿Cuáles son los límites del turismo para evitar la destrucción del patrimonio?

Nosotros partimos de una premisa: el turismo sostenible. Para eso tenemos tres elementos indispensables: El primero es que el desarrollo turístico tiene que ser rentable, un negocio. Tiene que generar economía. El segundo es que esa economía tiene que filtrarse en la localidad, cuyos integrantes tienen que recibir un beneficio directo. Finalmente se debe respetar la cultura y la naturaleza. El turismo mal manejado es depredador.

¿En qué medida se cumplen en el Perú esos requerimientos?

No son tomados en consideración. El turismo responsable puede contribuir de muchas maneras, pero las autoridades tienen que asumir esa responsabilidad. Lamentablemente vemos que los alcaldes reciben rentas económicas importantes, pero lo primero que hacen es alterar los edificios, plazas y pueblos preciosos que existen en el Perú, cambiándolos completamente.

¿Cuán grave es el asunto?

Los grandes depredadores de las tradiciones y la arquitectura de los pueblos son las autoridades locales. Y no porque sean malas, sino porque nadie se ha preocupado por educarlas.

¿Cómo es el caso de Arequipa?

En Arequipa lo primero que ha hecho nuestro alcalde provincial es destrozar el balneario de Tingo, que era un sitio tradicional, muy lindo, con una arquitectura adecuada. Ha sido reconstruido destruyendo su encanto patrimonial. Tenemos un Palacio Municipal con lunas verdes y plazas coloniales en las que construyen edificaciones modernas. Y pasa no solo en Arequipa, sino en Tacna, Moquegua y Puno. El Ministerio de Cultura debe intervenir, no con sanciones, sino generando conciencia y educación.

¿Por qué el valle del Colca todavía vive a la sombra de otros destinos en el Perú, entre ellos Machu Picchu?

Por el factor económico del turismo. Los operadores se van por el lado más fácil. Obviamente, el gran negocio es Machu Picchu, que se conoce en todo el mundo. Pero hay un fenómeno interesante: tengo una estadística que demuestra que Machu Picchu ha subido en visitas en un promedio de 14% en los últimos 10 años, mientras que el Colca ha subido 19%. Es decir, hemos tenido un incremento mayor.

¿Se está trabajando para mantener eso?

Hace unos años lanzamos la idea de vender el sur como región turística y funcionó muy bien. Demostramos que por una pequeña diferencia económica, quien iba a Machu Picchu también podía ir a Arequipa. Logramos un incremento interesante de 12% de turistas. Pero esto debería continuar, ser sostenido.

¿Siente que ha llegado el momento de que alguien más tome la posta?

El ser humano tiene límites. El tiempo pasa, la edad avanza rápido. Debemos preparar a gente para lidiar con esa carga, pero hay muchos obstáculos.

Debido a su espíritu aventurero muchas personas lo reconocen como el Indiana Jones del turismo. ¿Qué le parece el apelativo?

Bueno, tengo muchos amigos que son exagerados [risas]. Sé que lo hacen con la mejor intención. Lo que he hecho es simplemente perseverar en una idea de desarrollo sano de nuestro país y de nuestra gente. No es ninguna novedad.

Entrevista a: Mauricio de Romaña
Por: Diego Pajares Herrada
El Comercio, 27 de junio de 2016
Lima, Perú.




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