sábado, 25 de abril de 2015

Poeta 283: Enheduanna


ENHEDUANNA

Enheduanna o Enkheduanna (2285–2250 a. C.) cuyo nombre también se ha transliterado como Enheduana, En-hedu-ana o EnHeduAnna ("en" significa sumo sacerdote o suma sacerdotisa, y "hedu" significa ornato, de manera que su nombre se puede traducir como "suma sacerdotisa ornato del dios, An"), fue una poetisa acadia así como Suma Sacerdotisa del dios de la Luna Nannar (Sin) en la ciudad-estado sumeria de Ur.

Los eruditos históricos y literarios la consideran como posiblemente el autor y poeta más antiguo cuyo nombre se conoce. Escribió los primeros textos que se pueden atribuir a un autor. Es también la única mujer entre los grandes autores de la literatura mesopotámica. Sus temas son religiosos: himnos al dios Nannar y a su templo de Ur, mas también a la diosa Inanna, protectora de la dinastía de Akkad.

Enheduanna compuso 42 himnos dirigidos a templos de todo Sumer y Acad incluyendo Eridu, Sippar y Esnunna. Los textos se han reconstruido a partir de 37 tabletas de Ur y Nippur, la mayor parte de las cuales datan de los periodos Ur III y Viejo Babilonio (Sjöberg y Bergman 1969:6–7). Esta colección se conoce generalmente como 'Los himnos de los templos sumerios'. Los himnos de templos fueron la primera colección de su clase; en ellos Enheduanna afirma: “Rey mío, algo se ha creado que nadie ha creado antes.” La copia de los himnos indica que estos himnos de templos se usaron mucho tiempo después de la muerte de Enheduanna y se tenían en alta estima. Los "Himnos del templo sumerio" están considerados como uno de los primeros intentos de una teología sistemática. Su otra obra famosa es la Exaltación de Inanna o 'Nin-Me-Sar-Ra' que es una devoción personal a la diosa Inanna y también detalles de la expulsión de Enheduanna de Ur.



Disco de calcita hallado en la zona más secreta del templo
de Nanna en Ur en el que se representa a Enheduanna.


LA EXALTACION DE ENHEDUANNA A INANNA
(Parcial)

l. INNANA Y LAS ESCENCIAS DIVINAS

Señora de todas las escencias, luz plena,
buena mujer vestida de esplendor
a quien el cielo y la tierra aman,
amiga de templo de An,
tu llevas grandes ornamentos,
tú deseas la tiara de la alta sacerdotisa
cuyas manos sostienen las siete escencias,
O mi señora, guardiana de todas las grandes escencias,
las has escogido y colgado
de tu mano.
Has reunido las escencias sagradas y las has puesto
apretadas sobre tus pechos.

2. INANNA Y AN

Como un dragón has cubierto el suelo
de veneno.
Como el trueno cuando ruges sobre la tierra,
árboles y plantas caen a tu paso.
Eres una inundación descendiendo desde una montaña,
¡Oh primaria,
diosa lunar del cielo y de la tierra!
Tu fuego sopla alrededor y cae sobre nuestra nación.
Señora montada sobre una bestia,
An te da cualidades, órdenes sagradas,
y tú decides.
Tú estás en todos nuestros grandes ritos.
¿Quién puede entenderte?

3. INNANA Y ENLIL

Las tormentas te prestan alas, destructora de nuestras tierras.
Amada por Enlil, tú vuelas sobre nuestra nación.
Tú sirves a los decretos de An.
Oh mi señora, al oir tu sonido,
colinas y llanuras reverencian.
Cuando nos presentamos ante tí,
aterrados, temblando en tu clara luz tormentosa,
recibimos justicia.
Nosotros cantamos, nos lamentamos, y lloramos ante tí
y caminamos hacia tí a través de un sendero
desde la casa de los enormes suspiros.

4. INANNA E ISHKUR

Tú lo derribas todo en la batalla.
Oh, mi señora sobre tus alas
llevas la segada tierra y embistes enmascarada
en una atacante tormenta,
ruges como una rugiente tormenta,
truenas y sigues tronando, y resoplas
con vientos malignos.
Tus pies están llenos de inquietud.
En tu arpa de suspiros
yo escucho tu canto fúnebre.

5. INANNA Y LA ANUNNA

Oh, mi señora, la Anunna, los grandes dioses,
aleteando como murciélagos delante tuyo,
se vuelan hacia los farallones.
No tienen el valor de caminar
delante de tu terrible mirada.
¿Quién puede domar tu furibundo corazón?
Ningún dios menor.
Tu malevolente corazón está más allá de la templanza.
Señora, tu sedas los reinos de la bestia,
tú nos haces felices.
Tu furia está más allá de la templanza,
¡Oh hija mayor de Suen!
¿Quién te ha negado alguna vez reverencia,
señora, suprema sobre la tierra?

6. INANNA Y EBIH

En las montañas en las que no eres venerada
la vegetación está maldita.
Tú has convertido en cenizas sus grandes entradas.
Por tí los ríos se inflan de sangre
y la gente no tiene nada que beber.
El ejército de la montaña va hacia tí cautivo
espontáneamente.
Saludables hombres jóvenes desfilan ante tí
espontáneamente.
La ciudad danzante está colmada de tormenta,
conduciendo a los hombres jóvenes hacia tí, cautivos.

7. INANNA Y LA CIUDAD DE URUK

Has dicho tu sagrado mandato sobre la ciudad
que no ha declarado:
"Esta tierra es tuya,"
que no ha declarado:
"Le pertenece a tu padre y al padre de tu padre,"
y tú has bloqueado su paso hacia tí,
tu has alzado tu pie y abandonado
su granero de la fertilidad.
Las mujeres de la ciudad ya no hablan de amor
con sus maridos.
Por las noches ellos no hacen el amor.
Ya no están desnudas delante de ellos,
revelando íntimos tesoros.
Gran hija de Suen,
impetuosa vaca salvaje, suprema señora comandante de An,
¿quién se atreve a no venerarte?

Fuente: Idiomas olvidados

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