La fiesta
religiosa más importante de Arequipa ha sido reconocida como Patrimonio
Cultural de la Nación. Se trata de la Festividad de la Santísima Virgen
de la Candelaria de Chapi, declarada como tal mediante Resolución
Viceministerial Nº 048-2012-VMPCIC-MC, por el viceministro de Patrimonio
Cultural e Industrias Culturales del Ministerio de Cultura, Rafael
Varón Gabai.
La Festividad de la Santísima Virgen de Chapi se celebra todos los 1 de mayo en la localidad de Chapi, distrito de Polobaya, provincia y departamento de Arequipa. Es una de las expresiones de identidad cultural y social más importante del sur del país, que tiene gran significado para la difusión de valores tradicionales de religiosidad transmitidos de generación en generación mediante el lenguaje, el saber popular y el conocimiento ancestral.
Se inició en el siglo XVIII, cuando los arrieros que transitaban entre Arequipa y Moquegua levantaron una pequeña capilla en la quebrada de Chapi para dar morada a la sagrada imagen de la, hasta ese entonces, Virgen de la Candelaria. Se le atribuye el milagro de haber impedido su traslado hacia la localidad Sogay, con una fuerte tormenta de arena. Además, porque no se pudo levantar la imagen debido a que su peso parecía provenir de fuerzas superiores.
En la actualidad, su festividad se inicia el 30 de abril con una jornada de peregrinación, procesión y oración a la virgen que reúne a miles de fieles de Arequipa y todo el país. Y constituye, de acuerdo a la Resolución Viceministerial que la declara Patrimonio Cultural de la Nación, “una valiosa y significativa expresión de patrimonio cultural inmaterial del Perú, ya que mediante su gran culto religioso, transmite un conjunto de tradiciones populares que expresan
La Festividad de la Santísima Virgen de Chapi se celebra todos los 1 de mayo en la localidad de Chapi, distrito de Polobaya, provincia y departamento de Arequipa. Es una de las expresiones de identidad cultural y social más importante del sur del país, que tiene gran significado para la difusión de valores tradicionales de religiosidad transmitidos de generación en generación mediante el lenguaje, el saber popular y el conocimiento ancestral.
Se inició en el siglo XVIII, cuando los arrieros que transitaban entre Arequipa y Moquegua levantaron una pequeña capilla en la quebrada de Chapi para dar morada a la sagrada imagen de la, hasta ese entonces, Virgen de la Candelaria. Se le atribuye el milagro de haber impedido su traslado hacia la localidad Sogay, con una fuerte tormenta de arena. Además, porque no se pudo levantar la imagen debido a que su peso parecía provenir de fuerzas superiores.
En la actualidad, su festividad se inicia el 30 de abril con una jornada de peregrinación, procesión y oración a la virgen que reúne a miles de fieles de Arequipa y todo el país. Y constituye, de acuerdo a la Resolución Viceministerial que la declara Patrimonio Cultural de la Nación, “una valiosa y significativa expresión de patrimonio cultural inmaterial del Perú, ya que mediante su gran culto religioso, transmite un conjunto de tradiciones populares que expresan