“Tuve una relación desastrosa con mi padre y los años que viví con él, entre los 11 y 16 años, fueron una verdadera pesadilla. Por eso siempre envidie a mis amigos y compañeros de infancia y adolescencia que se llevaban bien con sus progenitores y mantenían con ellos, más que una relación jerarquica de autoridad y subordinación, de cariño y complicidad”
Mario Vargas Llosa en "La sombra del padre". Artículo publicado en el diario El País el 20/6/2011, para leer la versión completa ver aquí.