"Tristísimo hecho que también habría de inspirar al desolado padre aquellos otros versos que concluyen:
Pues muere quien tan tierna edad vivía
y vivo yo cuando morir debía
Pero muy lejos estábamos, en los tiempos de Milán, de imaginar lo que el destino depararía a nuestro querido Lopito, ni lo que nos reservaba a nosotros. Que de conocerse tales cosas, desmayaría temprano el hombre de toda lucha y todo trabajo, ya mano sobre mano se dedicaría a esperar el final sin otro empeño, a la manera de los filósofos antiguos."
Página 93. El Puente de los asesinos. Arturo Pérez-Reverte. Alfaguara. México D.F., México - 2011.
CADENA DE CITAS
- Antes - Cita CIV: La adjetivación de fortaleza a las estructuras de Saqsaywaman
- Después - Cita CVI: Nuestros ancestros