En cartografía, el género satírico vivió su etapa de esplendor en el siglo XIX, cuando se vio en los mapas un instrumento útil para destensar la vida cotidiana y las preocupaciones sobre el panorama político y económico internacional. Para los gobiernos, además, la sátira se convirtió en un eficaz instrumento de comunicación y propaganda. El mapa satírico comentado en este volumen, publicado en 1900, interpreta las relaciones diplomáticas entre los países europeos más poderosos del momento, con especial énfasis en las naciones imperialistas y, sobre todo, en el Reino Unido, personificado en imaginario John Bull.
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