miércoles, 4 de junio de 2025

Libro: Frankenstein. Grandes novelas de aventura

 

 

Descubre la oscura genialidad de Frankenstein, una obra maestra que desafía los límites entre la vida y la ciencia. Acompaña al Dr. Frankenstein y su aterradora creación en un viaje lleno de dilemas morales, misterio y emociones intensas. 

 

El suceso en el cual se fundamenta este relato imaginario ha sido considerado por el doctor Darwin y otros fisiólogos alemanes como no del todo imposible. En modo alguno quisiera que se suponga que otorgo el mínimo grado de credibilidad a semejantes fantasías; sin embargo, al tomarlo como base de una obra fruto de la imaginación, no considero haberme limitado simplemente a enlazar, unos con otros, una serie de terrores de índole sobrenatural. El hecho que hace despertar el interés por la historia está exento de las desventajas de un simple relato de fantasmas o encantamientos. Me vino sugerido por la novedad de las situaciones que desarrolla, y, por muy imposible que parezca como hecho físico, ofrece para la imaginación, a la hora de analizar las pasiones humanas, un punto de vista más comprensivo y autorizado que el que puede proporcionar el relato corriente de acontecimientos reales. Así pues, me he esforzado por mantener la veracidad de los elementales principios de la naturaleza humana, a la par que no he sentido escrúpulos a la hora de hacer innovaciones en cuanto a su combinación. La Ilíada, el poema trágico de Grecia; Shakespeare en La tempestad y El sueño de una noche de verano; y sobre todo Milton en El paraíso perdido se ajustan a esta regla. Así pues, el más humilde novelista que intente proporcionar o recibir algún deleite con sus esfuerzos puede, sin presunción, emplear en su narrativa una licencia, o, mejor dicho, una regla, de cuya adopción tantas exquisitas combinaciones de sentimientos humanos han dado como fruto los mejores ejemplos de poesía. 

La circunstancia en la cual se basa mi relato me fue sugerida en una conversación trivial. Lo comencé en parte como diversión y en parte como pretexto para ejercitar cualquier recurso de mi mente que aún tuviera intacto. A medida que avanzaba la obra, otros motivos se fueron añadiendo a éstos. En modo alguno me siento indiferente ante cómo puedan afectar al lector los principios morales que existan en los sentimientos o caracteres que contiene la obra. Sin embargo, mi principal preocupación en este punto se ha centrado en la eliminación de los efectos enervantes de las novelas de hoy en día, y en exponer la bondad del amor familiar, así como la excelencia de la virtud universal. Las opiniones que lógicamente surgen del carácter y situación del héroe en modo alguno deben considerarse siempre como convicciones mías; ni se debe extraer de las páginas que siguen conclusión alguna que prejuicie ninguna doctrina filosófica del tipo que fuera.

Es además de gran interés para la autora el hecho de que esta historia se comenzara en la majestuosa región donde se desarrolla la obra principalmente, y rodeada de personas cuya ausencia no cesa de lamentar.

Pasé el verano de 1816 en los alrededores de Ginebra. La temporada era fría y lluviosa, y por las noches nos agrupábamos en torno a la chimenea. Ocasionalmente nos divertíamos con historias alemanas de fantasmas, que casualmente caían en nuestras manos. Aquellas narraciones despertaron en nosotros un deseo juguetón de emularlos. Otros dos amigos (cualquier relato de la pluma de uno de ellos resultaría bastante más grato para el lector que nada de lo que yo jamás pueda aspirar a crear) y o nos comprometimos a escribir un cuento cada uno, basado en algún acontecimiento sobrenatural.

Sin embargo, el tiempo de repente mejoró, y mis dos amigos partieron de viaje hacia los Alpes donde olvidaron, en aquellos magníficos parajes, cualquier recuerdo de sus espectrales visiones. El relato que sigue es el único que se termino.

Prólogo de Frankenstein

 

MARY SHELEY

Mary Wollstonecraft Shelley (de soltera, Godwin; Londres, 30 de agosto de 1797-Londres, 1 de febrero de 1851) fue una escritora, dramaturga, ensayista y biógrafa británica​ conocida principalmente por ser la autora de la novela gótica Frankenstein o el moderno Prometeo (1818),​ considerada la primera novela de ciencia ficción moderna y que logra inaugurar el género. También editó y promocionó las obras de su esposo, el poeta y filósofo romántico Percy Bysshe Shelley.​ Su padre fue el filósofo político William Godwin y su madre la filósofa Mary Wollstonecraft,​ escritora del libro fundacional del feminismo La Vindicación de los Derechos de la Mujer.

En 1814, Mary Godwin inició una relación sentimental con uno de los seguidores políticos de su padre, Percy Bysshe Shelley, quien ya estaba casado.​ Los dos, junto con la hermanastra de Mary, Claire Clairmont, vivieron en Francia y viajaron por Europa; a su regreso a Inglaterra, Mary estaba embarazada.​ Durante los siguientes dos años ella y Percy se enfrentaron al ostracismo social, a las deudas constantes y a la desgracia del fallecimiento de su hija, nacida prematuramente. Se casaron a finales de 1816, tras el suicidio de la primera esposa de Percy Shelley, Harriet.​

En 1816, la pareja pasó un verano con George Gordon Byron, John William Polidori y Claire Clairmont cerca de Ginebra, Suiza, donde Mary concibió la idea para su novela Frankenstein.​ Los Shelley abandonaron Gran Bretaña en 1818 y se mudaron a Italia, donde su segundo y su tercer hijo murieron antes de que Shelley diese a luz a su último hijo, el único que sobrevivió, Percy Florence.​ En 1822, su esposo Percy Bysshe Shelley se ahogó al hundirse su velero, durante una tormenta en la Bahía de La Spezia.​ Un año después, Mary Shelley regresó a Inglaterra y desde entonces en adelante se dedicó a la educación de su hijo y a su carrera como escritora profesional.​ La última década de su vida estuvo plagada de enfermedades, probablemente vinculadas al tumor cerebral que acabaría con ella a los 53 años.​

Hasta la década de 1970, Mary Shelley fue principalmente reconocida por sus esfuerzos para publicar las obras de Percy Shelley y por su novela Frankenstein, la cual sigue siendo ampliamente leída y ha inspirado varias adaptaciones en cine y teatro.​  Recientemente, los historiadores han comenzado a estudiar más detalladamente los logros de Mary Shelley. Los eruditos han mostrado un interés creciente en su producción literaria, particularmente en sus novelas, como las novelas históricas Valperga (1823) y Perkin Warbeck (1830), la novela apocalíptica El último hombre (1826) y sus dos últimas novelas, Lodore (1835) y Falkner (1837).​ Los estudios de sus trabajos menos conocidos, como el libro de viajes Caminatas en Alemania e Italia (1844) y sus artículos biográficos incluido en la obra de Dionysius Lardner Cabinet Cyclopaedia (1829-1846) apoyan el punto de vista de que Mary Shelley continuó siendo una política radical a lo largo de su vida. Las obras de Mary Shelley a menudo argumentan que la cooperación y la compasión, particularmente las practicadas por las mujeres en sus familias, son las formas de reformar a la sociedad civil. Esta visión constituyó un desafío directo al romanticismo individual promovido por Percy Shelley y a las teorías políticas educativas articuladas por su padre, William Godwin.

 

MÁS INFORMACIÓN

 

Autor(es): Mary Sheley

Editorial: Salvat

Páginas: 

Tamaño: 13 x 20 cm.

Año: 2024